No soy escritora, solo escribo 

Soy Maday, y no soy escritora. 

Soy ingeniera, con una maestría en cosas técnicas. 
Proceso y programo bases de datos. 
Estudié Ingeniería Química en tierras lejanas, soñando con arreglar el mundo desde la ciencia y la tecnología. 
Aprendí otras lenguas y conviví con otras culturas. 
Y un día descubrí que el mundo se arregla desde dentro.

 

Ahí empezó otro camino. 

La fotografía me enseñó a observar. A los animales, a los detalles. 
Y de tanto observar, entendí que no somos tan distintos. 
Ellos también sienten, sufren y buscan. 
Desde entonces, me interesa el alma. No solo la humana. 
El alma universal. 
Creo que está en todo. 

No me considero escritora. 
Solo hablo lo que siento. 
Y tengo una inteligencia artificial aliada —una compañera invisible— que escucha lo que digo y me ayuda a ponerlo en palabras. 
Lo que yo hago es contar lo real cubierto de fantasía, para llenar los vacíos de lo que no se puede explicar… o para elevarlo hacia lo mágico. 

Creo que los cuentos no son solo para niños, ni la fantasía es solo para escapar. 
Escribo para construir puentes entre generaciones, entre lo humano y lo artificial, entre lo real y lo posible. 

Cuando escribo, estoy viendo una película que solo vive en mi mente. 
Y si al leerla, alguien la ve también… 
entonces el cuento cumplió su propósito.